Los estadounidenses prefieren donar su sangre antes que sus datos sanitarios

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La desconfianza en el uso de los datos sanitarios cuando no son para su propio cuidado se debe al temor por el uso de la UA. Solo el 40% se siente cómodo si se utilizan sus datos en los modelos de inteligencia artificial de las empresas y un 71% rechaza que la IA pueda prescribir medicamentos.

Qlik ha realizado una interesante encuesta a más de 2.000 estadounidenses para conocer su percepción del uso de la inteligencia artificial y los datos en el sector sanitarios. Quizá el dato más llamativo es que el 52% de los encuestados prefieren donar su sangre a proporcionar sus datos sanitarios. El factor de desconfianza principal está en el uso de sus datos en modelos de IA.

El 69% de los usuarios se siente cómodo compartiendo sus datos cuando se trata de su propio cuidado, pero solo el 40% tiene esa confianza si se habla de modelos de IA corporativos. Eso sí, el 60% no tendría mayor problema en compartir sus datos médicos si tuvieran una compensación económica. Es decir, una desconfianza que es un cruce entre la preocupación por la privacidad y el ánimo de lucro en el uso de la IA.

Si bien el 71% “rechaza la medicina prescrita exclusivamente por la IA”, si hay un médico que de su visto bueno la confianza es del 71%. Otro dato interesante es que a la mitad (50%) de los adultos de la generación Z no les importa que las administraciones públicas utilicen sus datos médicos con fines políticos, mientras que en las generaciones anteriores el porcentaje se queda en el 36%.

Mike Capone, CEO de Qlik, considera que “la IA en la sanidad solo puede tener éxito cuando los pacientes y los médicos siguen estando en el centro de cada decisión. Qlik capacita a las organizaciones sanitarias para gobernar, integrar y aprovechar sus datos de forma responsable, lo que permite obtener información fiable y una atención más segura basada en datos. Con transparencia y un consentimiento claro, podemos ayudar a garantizar que la IA mejore, en lugar de erosionar, la confianza en la atención sanitaria”.