Diez consejos para disfrutar de los wearables, sin riesgos para la privacidad o la seguridad

 

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Hace unos días repasábamos, a través de un post de la OSI, los riesgos de seguridad asociados a un wearable. Hoy, siguiendo con el tema, repasamos las buenas prácticas de uso de estos dispositivos.

- Revisar las políticas de privacidad: se trata de leerlas bien para comprobar que la protección de los datos personales está garantizada.

- Comprobar los permisos que solicita la app: el usuario solo tiene que conceder aquellos que sean estrictamente necesarios para su funcionamiento.

- Configurar la privacidad y seguridad: desde los ajustes, se debería de poder proteger al máximo la información más personal. Hay que prestar también atención a los datos que se comparten desde la app.

- Gestionar adecuadamente las notificaciones que se desean recibir: la recomendación es controlar qué y cómo se quiere que se muestre la información en el dispositivo.

- Revisar la opción de publicaciones automáticas: con ello se pretende evitar compartir información de manera pública o con terceros sin ser consciente de ello.

- Desconectar las conexiones inalámbricas: es necesario Bluetooth para sincronizar los datos pero, una vez realizado, se debería desactivar.

- Bloquear el wearable: usar un PIN/código/patrón para bloquear el dispositivos para que nadie lo utilice sin permiso del usuario.

- Utilizar contraseñas robustas: proteger el acceso a la app y, en caso de que sea posible, implementar el doble factor de autenticación.

- Apagar al terminar: si no se va a utilizar el dispositivo, mejor apagarlo.

- Restaurar los valores de fábrica: si va a ser regalado o el usuario se desprende de él, el consejo es resetearlo o restaurarlo a valores de fábrica.