El grupo heredero de Conti se ha transformado en un cártel digital, tejiendo redes con Scattered Spider, LAPSUS$ y ShinyHunters. DragonForce permite a sus afiliados personalizar y distribuir variantes de ransomware como Devman y Mamona/Global, empleando técnicas como los ataques BYOVD.
Los ciberdelincuentes están abandonando el correo electrónico como vía principal de ataque y se infiltran en redes profesionales como LinkedIn. Los atacantes encadenan servicios legítimos de Google y Microsoft para ocultar sus intenciones y burlar los sistemas de defensa tradicionales.
El fichaje de la compañía demuestra su ambición para ampliar su presencia en el segmento de los servicios de seguridad gestionados, teniendo en cuenta la trayectoria previa de Smolarski en una empresa especialmente dedicada a este segmento en Estados Unidos.
El Proyecto EVE, desarrollado por un consorcio de universidades y empresas privadas y cofinanciado por el Instituto nacional de Ciberseguridad, propone una inteligencia artificial que aprende de las emociones de los usuarios para protegerlos de los ciberataques.