Los ataques a vulnerabilidades de infraestructuras críticas seguirán creciendo

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En 2019 se producirá un ataque de ransomware a una entidad empresarial cada 14 segundos, ataques que costarán nada menos que 11.500 millones de dólares a las empresas afectadas. Los equipos más vulnerables son los multipropósito, utilizados en numerosas industrias.

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Cualquier sector empresarial es susceptible de sufrir un ciberataque, pero quizá el industrial sea el que tome más precauciones, ya que una vulnerabilidad de este tipo puede suponer no solo una pérdida de información, sino también económica, además del perjuicio para sus clientes, proveedores, usuarios e incluso para su propia imagen reputacional.

Lo cierto es que, como señala Panda Security, las infraestructuras críticas son las que más sufren estos actos de ciberdelincuencia. Según un informe de Cybersecurity Ventures, este año se producirá un ataque de ransomware a una entidad empresarial cada 14 segundos, y eso sin incluir los ciberataques a ciudadanos aislados, que serán mayoría. Dicho informe señala que los ataques ransomware costarán nada menos que 11.500 millones de dólares a las empresas afectadas, que en 2021 verán crecer la factura hasta los 6 billones de dólares en daños ocasionados por cualquier tipo de ataque a su ciberseguridad empresarial.

El peligro es evidente y, en el caso de España, las incidencias están aumentando. Según el Incibe, en 2018 se produjeron nada menos que 228 avisos de vulnerabilidades en las infraestructuras críticas de los sistemas de control industrial en España, un 14% más con respecto a los 199 avisos producidos a lo largo de todo 2017. Las vulnerabilidades más frecuentes son las relacionadas con la obtención de información delicada o confidencial de las empresas. También destaca el uso de algoritmos para robar contraseñas de los equipos y usuarios y, del mismo modo, acceder a dichas informaciones.

Analizando los equipos más afectados, los más vulnerables son los multipropósito, utilizados en un número ingente de industrias, con lo que muy pocos sectores están a salvo. Tampoco se trata de ciberataques de poco calado, ya que el 43% mostraron un nivel de gravedad alto, mientras que el 33% fue crítico. Es decir, que independientemente de que los ataques tuvieran éxito o no, sus intenciones eran realmente preocupantes para la ciberseguridad empresarial de estas organizaciones.

A la vista de estos datos, Panda vaticina que, así como en 2018 aumentaron los avisos respecto a 2017, este año el panorama no será más positivo. El Incibe considera que el número de avisos de vulnerabilidad seguirá creciendo, sobre todo a medida que sectores como el energético o el de la salud experimenten más ciberataques de este tipo.