Seis de cada diez PC Windows serán más vulnerables a ciberataques en 2025
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Según datos de Microsoft, la migración de usuarios de Windows 10 a Windows 11 está yendo más lenta de lo previsto. La falta de actualización a la nueva versión podría poner en peligro la seguridad de millones de dispositivos y empresas en España, según el último informe de la Cámara de Comercio.
El fin del soporte para Windows 10 programado para este año plantea un desafío crítico para la ciberseguridad de las empresas en España, especialmente para las pymes. No en vano, actualmente, del total de equipos con Windows, el 60% aún operan con la versión antigua. Desde MediaMarkt Business alertan de la importancia de avanzarse al “apagón” de Windows 10 y sugieren diferentes medidas para minimizar los riesgos que pueda conllevar en cada caso.
Según datos del Observatorio de Competitividad y Ciberseguridad de la Cámara de Comercio de España, solo el 46% de las empresas cuenta con una estrategia formal de ciberseguridad, lo que deja al 54% restante especialmente vulnerables ante un panorama de ataques cada vez más sofisticados y frecuentes. De hecho, el último Balance de Ciberseguridad realizado por el INCIBE (Instituto Nacional de Ciberseguridad) concreta que en 2023 se gestionaron 83.517 incidentes de ciberseguridad, de los cuales más de 22.000 afectaron a empresas privadas.
CyberMadrid, el clúster de ciberseguridad de Madrid, afirma que el coste medio de sufrir un ciberataque para las empresas oscila normalmente entre 10.000 y 75.000 euros. Un importe que no solo puede afectar a la estabilidad financiera de algunas empresas, sino que también causa daños significativos sobre el negocio, la reputación y la confianza de los clientes en la compañía afectada. Por ello, se vuelve imprescindible tomar las medidas necesarias para que algo tan sencillo como actualizar a una nueva versión de sistema operativo no lleve a una empresa a un riesgo innecesario. Y es que, según el mismo organismo, los ataques más frecuentes son por virus (20%), secuestro de datos (10%) y fraude electrónico.
El reto de la transición y recomendaciones clave
A pesar de que el 73,8% de las empresas españolas considera que está bien protegida frente a los ciberataques, muchas no cuentan con medidas avanzadas ni con la preparación necesaria para afrontar amenazas crecientes como el ransomware o el phishing. Ante este escenario, se recomienda a las empresas tomar medidas proactivas para minimizar los riesgos asociados al fin del soporte de Windows 10.
En primer lugar, actualizar los equipos o sistemas operativos es fundamental para evitar vulnerabilidades asociadas a versiones obsoletas. Sin embargo, esta transición también puede ser una oportunidad para modernizar los equipos, adoptando dispositivos más avanzados con IA integrada. Estas soluciones no solo refuerzan la ciberseguridad, sino que también aumentan la productividad empresarial y la capacidad de adaptación a un entorno digital en constante cambio.
Para aquellas empresas que no puedan realizar el cambio de forma inmediata, se recomienda apostar por el soporte extendido de Windows 10 con duración máxima de un año. No obstante, es sólo una solución temporal y que tarde o temprano tendrán que realizar una renovación de su parque informático. En otros casos, la adopción de servicios avanzados de ciberseguridad, como seguros contra ciberataques o herramientas específicas, puede ser crucial para completar esta transición de forma segura y eficaz.
La formación de los equipos también juega un papel muy importante en este ámbito, pero parece que España suspende en este punto porque, según el informe de la Cámara de Comercio, menos del 34% de las empresas de nuestro país capacitan regularmente a sus empleados en ciberseguridad. Es clave la formación continuada, bajo la premisa de que una plantilla preparada es más capaz de identificar y prevenir ataques, reduciendo significativamente los riesgos.
En definitiva, empresas de todos los tamaños enfrentan un desafío común: no quedarse atrás en una transición que es inevitable. Ante este escenario de cambio, es esencial que todas tomen medidas proactivas y estratégicas para adaptarse a un entorno digital más seguro y eficiente.