Es el momento de diseñar estrategias de seguridad preventiva

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Podemos prever y desarrollar estrategias de protección, y para esto, es necesario conocer cuál es el escenario que nos depara 2019. Logicalis augura que este año veremos más ataques a todo tipo de objetivos, amenazas dirigidas al almacenamiento cloud, phishing y brechas de datos.

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Según el Centro Criptológico Nacional, en noviembre de 2018 gestionó 32.294 ciberincidencias, lo que representa casi tres ciberataques “críticos o muy peligrosos” por día, augurando que al final del año superarían los 38.000, un 43,5% por encima de las cifras del 2017. Vemos pues que el número de amenazas va en aumento, pero, como señala Logicalis, podemos prever y desarrollar estrategias de protección; y para esto, es necesario conocer cuál es el escenario que nos depara 2019.

Si en 2018 el panorama de seguridad estuvo marcado por la filtración masiva de datos y ransomware presente en la nube, y el ciberterrorismo se intensificaba debido al uso de IoT en grandes empresas hidroeléctricas, Blockchain y los Digital Twins, hoy es similar, solo que año tras año se han venido intensificando de una forma exponencial. Los ciberdelincuentes ya no centran su foco en la facturación o tamaño de una compañía. Por otro lado, los expertos coinciden en que el almacenamiento en la nube seguirá siendo un punto álgido frente a las amenazas; y a la lista del 2019 podemos añadir el phishing y las brechas de datos.

Las tecnologías emergentes a pesar de entrar en el listado de los posibles blancos de ataque de los ciberdelincuentes, resultan ser aliados importantes frente a las estrategias en ciberseguridad. El Big Data y el Machine Learning permites diseñar entornos predictivos que identifiquen el comportamiento de las posibles amenazas. Y es que ya no podemos proteger a una organización bajo esquemas de seguridad antiguos, es momento de diseñar estrategias de seguridad preventiva, integradas por simulacros periódicos, el uso de nuevas tecnologías, así como de servicios externalizados, cifrado de datos confidenciales, control sobre la actividad online en los usuarios y, entre otras, establecer políticas de inteligencia de seguridad que integren a todos los usuarios.

Hoy, más que nunca, es necesario incrementar las dinámicas formativas en seguridad, sobre todo en los empleados de las organizaciones, con el fin de minimizar los errores a consecuencia de la falta de conocimiento por parte del equipo de la empresa y las amenazas internas.