Operación policial contra una red de fraude online con más de 2.400 víctimas

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Han sido detenidas 45 personas que se dedicaban a cometer estafas masivas mediante páginas web fraudulentas y utilizando la técnica de vishing, para lo que utilizaban un centenar de identidades diferentes, y se valían de una red de 'mulas'. La cantidad estafada asciende a 900.000 euros.

Agentes de Policía Nacional han desarticulado un entramado altamente especializado en el fraude online. Durante la operación se han detenido a 45 personas de todos los escalones de la red, 30 de ellas en la provincia de Madrid, 12 en Alicante, una en Sevilla, una en Albacete y una en Barcelona, que utilizaban un centenar de identidades diferentes. Durante el año y medio que ha durado la investigación han sido identificadas 2.400 víctimas y no se descarta que esta cifra sea mucho mayor debido a la profesionalidad empleada por la organización desarticulada. La cantidad estafada asciende a 900.000 euros.

Esta organización, considerada por los investigadores como la más activa de las que operaban en la actualidad dedicada a esta especialidad delictiva, se dedicaba a cometer estafas masivas mediante páginas web fraudulentas y utilizando la técnica de vishing, consistente en estafas de phishing que se hacen por teléfono para lograr que las víctimas revelen información crucial de carácter financiero o personal. Además, se han identificado 286 cuentas bancarias empleadas para canalizar el dinero estafado y ha solicitado el bloqueo de 39 páginas web fraudulentas, entre ellas las páginas herramientasexpress.es, abrilclimatizaciones.es, mobilefixtienda.es, instantgaming.eu o entradasdechampions.com.

La operativa consistía en crear páginas web similares a otras de reconocida solvencia, pero con una pequeña variación en el nombre del dominio registrado, induciendo a error a los usuarios que pensaban que estaban accediendo a la página web original en lugar de una simulada. En ellas publicitaban productos a precios sensiblemente inferiores, que solo podían ser pagados vía transferencia bancaria. La mayoría de las páginas fraudulentas ofertaban productos que son demandados en cualquier momento del año, como los móviles o consolas de videojuegos. Tras realizar la compra de alguno de los productos ofertados y efectuar el pago mediante transferencia bancaria, el comprador ni recibía el artículo supuestamente adquirido ni le era reembolsado su importe.

Una vez que los clientes eran estafados, los delincuentes disponían de los datos personales de las víctimas y, tras identificar los bancos con los que operaban, días después se ponían en contacto con ellas vía telefónica simulando ser empleados de sus respectivas entidades bancarias. Mediante técnicas de engaño conseguían sonsacarles las claves de acceso a su banca online y proceder en tiempo real a realizar operaciones sin su consentimiento, como realizar transferencias bancarias desde las cuentas de las víctimas o pedir créditos de rápida concesión que en minutos eran desviados a cuentas receptoras del entramado criminal. Esas cuentas eran abiertas por una red de colaboradores o “mulas” que, con sus propias identidades y otras usurpadas, hacían extracciones de efectivo en cajeros automáticos o envíos a través de aplicaciones online.

Los responsables del entramado mostraban un especial desprecio hacia las víctimas: primero estafándolas a través de las páginas web fraudulentas, segundo controlando su banca online y finalmente, como así ocurrió en numerosos casos, contactando con ellas a través de los números de teléfono aportados en sus compras, así como a través de los foros de Internet que éstas utilizaban como mecanismo de repulsa contra las páginas web donde habían sido estafadas. Se mofaban públicamente de los denunciantes por haber caído en su engaño y en ocasiones ponían el nombre de algunas de las víctimas en el apartado “Términos y Condiciones” de sus páginas web para que parecieran como los autores del fraude. Los responsables de la organización criminal también se valían de estos foros para extraer información de las denuncias interpuestas y otras medidas que adoptaba el colectivo estafado.