Semáforos, coches o servicios públicos... entre los objetivos de ataque a proteger en las ciudades inteligentes

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En un mundo más inteligente hay más dispositivos conectados y eso supone un aumento de los riesgos de seguridad. Check Point ha identificado algunas de las principales ciberamenazas y posibles objetivos que hay que proteger para garantizar la seguridad de las smart cities.

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El número de dispositivos conectados a la red crece y lo seguirá haciendo  en los próximos años y, junto con las ventajas que eso supone, también se amplían las superficies de ataque. Ocurrirá en todos los ámbitos y también en lo que tiene que ver que las ciudades inteligentes, en las que habrá muchos flancos que cubrir.

Check Point ha identificado algunos de los objetivos, de sufrir ciberataques, podrían causar importantes daños:

- Semáforos: muchas ciudades cuentan con un puesto de mando central desde el cual se puede gestionar el estado de los semáforos y el tráfico. Esta estación de control ofrece incontables ventajas, ya que permite descongestionar calles con mucho tráfico o favorecer la rutas de servicios especiales como ambulancias poniendo todos los semáforos en verde, liberando de obstáculos su camino. Sin embargo, si prestamos atención a la otra cara de la moneda, en el caso de que un cibercriminal se hiciera con el control de este sistema, tendría libertad para manejar todos los semáforos de la ciudad y podría poner todos los semáforos de la ciudad en verde, provocando innumerables accidentes

- Coches inteligentes: los avances en las Smart Cities también vienen marcados por la evolución que experimentan los vehículos, no sólo en lo relativo a su fuente de energía, sino también a la conectividad. En este sentido, cabe destacar que poco a poco se van vislumbrando los primeros coches autónomos, los cuales cuentan con infinidad de sensores que permiten calcular la distancia con todos los elementos que se encuentran a su alrededor, control de velocidad y freno, etc. Al igual que en el caso anterior, un ciberdelincuente podría tomar el control de uno o varios de estos vehículos y provocar colisiones.

- Red eléctrica: aunque todavía no es una amenaza visible dado que en Europa la autogestión de la electricidad en las casas no es una tendencia extendida, lo cierto es que si supondrá un riesgo a medio plazo. Un hacker podría tomar el control de los sistemas de gestión de potencia de las centrales eléctricas y falsear los datos de demanda, o incluso generar un apagón en toda una ciudad. Este tipo de ataque generaría grandes pérdidas económicas a las compañías eléctricas.

- Suministro de agua: las ciudades inteligentes cuentan con sistemas que permiten controlar el flujo de agua, conocer si se ha producido alguna fuga, etc. Por tanto, uno de los principales riesgos podría ser un corte en el suministro o un aumento de la presión del flujo para averiar el circuito de suministro. Sin embargo, la mayor amenaza sería un acceso del ciberdelincuente al centro de procesamiento de agua, donde podría modificar los niveles de aditivos químicos del agua y causar problemas de salud pública.

- Cámaras de vigilancia: las smart cities cuentan con infinidad de cámaras de seguridad, que son un blanco de fácil acceso para un hacker, que puede utilizarlas para espiar a personas o los movimientos de un objetivo, y acceder así a información personal e imágenes.