Crear contraseñas fuertes y fáciles de recordar, ¿quién dijo que era complicado?

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Las contraseñas son un método muy habitual de autenticación de las cuentas online y si se ven comprometidas, la información del usuario también lo es. Kaspersky Lab comparte su conocimiento sobre cómo generar contraseñas seguras y, atención, no se trata de que sean complejas, sino de eliminar el mayor riesgo: su reutilización. Éste es solo uno de los consejos, hay más y muy interesantes.

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Si creamos contraseñas sencillas que es poco probable que olvidemos, el riesgo de que un ciberatacante las descifre, es muy elevado. Sin embargo, si es compleja, es difícil de recordar así que, al final, la tentación de utilizar un par de ellas en múltiples sitios es muy alta. Para Kaspersky,  la mayor debilidad de las contraseñas es su reutilización.

Es cierto que las contraseñas tienen que sr más fuertes, pero esta fortaleza debe construirse no sobre la complejidad sino sobre la singularidad. Como explica David Jacoby, analista de seguridad en el equipo de Análisis e Investigación (GReAT) de la firma, “hay bastante confusión sobre lo que realmente quiere decir contraseña segura. Muchos sitios web exigen ahora contraseñas complejas que comprendan al menos ocho o más letras mayúsculas y minúsculas, números y caracteres especiales. Esto es lo que muchos usuarios han llegado a entender como una ‘contraseña segura, lo que puede parecer bastante desalentador”.

En general, las contraseñas son generalmente seguras si son únicas para nosotros y para una sola cuenta y he aquí las recomendaciones de la firma para que, además, sean fáciles de recordar.

Será muy útil crear una “cadena estática” (una parte de la contraseña que no cambie). Lo primero que hay que hacer es pensar en una frase, letras de canciones, citas de una película, una canción de cuna o algo parecido que sea fácil de memorizar para nosotros, y después tomar la primera letra de las tres o cinco primeras palabras; entre cada letra, añadir un caracter especial: @ / # etc., y así ya se tiene la cadena única.

El segundo paso será mejorarla mediante a la fuerza de la asociación. Así, cuando pensemos en las cuentas online para las que necesitamos una contraseña (Facebook, Twitter, sitios de contactos o de juegos, etc.), anotemos cada una de las primeras palabras que asociemos con ese sitio como puede ser el color de su logotipo.

A continuación, para mejorar la seguridad de la cadena única creada anteriormente, se puede utilizar esta palabra añadiéndola al final.

“Si la frase en la que pensamos es 'Tengo una muñeca vestida de azul' y el carácter especial que queremos utilizar es #, nuestra contraseña para Facebook podría ser T#U#M#V#D#Azul. No tiene ningún sentido cuando la miramos o si alguien nos la da. Pero desde que es algo personal para nosotros, sabemos cuál es el sistema para generar las contraseñas y asociamos la palabra con el sitio”, explica Jacoby.

Con todo, Kaspersky recuerda que la mejor forma de conseguir esa protección de nuestras contraseñas es utilizar un gestor de contraseñas, que incluyen funciones de cifrado fuertes, por lo que apenas existe una mínima posibilidad de que un tercero pueda acceder a nuestra información.