La Tasa Google y lo que opina el sector tecnológico español

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La Tasa Google consiste en un impuesto del 3% sobre la facturación en España de aquellas empresas digitales que facturen al año más de 750 millones de facturación a nivel global y 3 millones en España y que se dediquen a la venta de espacio publicitario on line, actividades de intermediación en plataformas digitales o la venta de datos de sus usuarios.

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Una semana después de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado por parte del Consejo de Ministros, y cinco días después de que éstos se hayan presentado en el Congreso de los Diputados, el Consejo de Ministros aprueba los nuevos impuestos a los servicios digitales (Tasa Google)  y a las transacciones financieras (Tasa Tobin).

En concreto, la Tasa Google consiste en un impuesto del 3% sobre la facturación en España de aquellas empresas digitales que facturen al año más de 750 millones de facturación a nivel global y 3 millones en España y que se dediquen a la “venta de espacio publicitario on line, actividades de intermediación en plataformas digitales o la venta de datos de sus usuarios”.

Desde que se conoció la intención del Gobierno de Pedro Sánchez de aplicar este impuesto, las diferentes asociaciones tecnológicas, y empresas como Google, se han mostrado en contra de la misma.

En su momento, la asociación aDigital emitió un comunicado en el que mostraba “su rotunda oposición” a la que considera “una medida unilateral en una economía más globalizada que nunca, que producirá una fuerte pérdida de competitividad en las empresas españolas, la fragmentación del Mercado Único Digital y la paralización de la inversión”.

Un impuesto de estas características, aplicado sobre la facturación en lugar de los beneficios, supondrá la ruptura con los principios tributarios básicos que han guiado los sistemas fiscales de los países de nuestro entorno, esto es, la tributación sobre beneficios, considerado el mejor indicador del valor generado por las empresas. “España creará un precedente en la UE, no solo contra las empresas digitales, sino contra los principios que vertebran el sistema tributario internacional”.

Además, en contra de lo afirmado por el Gobierno, Adigital cree que este impuesto tendrá su mayor repercusión en las PYMES españolas, las mayores beneficiarias de las oportunidades que la economía digital ha ofrecido para la expansión de sus negocios y ampliar el alcance de sus exportaciones.

En el caso de AMETIC, a finales del mes de diciembre emitió otro comunicado en el que lamentaba “la acción unilateral” del Gobierno de España sobre la Tasa Google. La asociación considera que “en el contexto de una economía globalizada cualquier nuevo impuesto a las empresas debe acordarse a nivel global a través de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE)”.

Asimismo, recordaba que España será el primer país de la Unión Europea en aplicar una medida de este tipo, “que impactará negativamente en la economía española, aumentando el coste del capital, desincentivando la atracción de inversiones, respecto a otros países en los que no se haya creado este impuesto y, por tanto, reduciendo el crecimiento económico”. Todo ello, “perjudicará tanto a la innovación como a la posición digital, situando a España en una situación de desventaja competitiva respecto al resto de países europeos y del mundo, tratándose en la práctica de un impuesto a la exportación. Además, rompe con el acuerdo internacional de gravar los beneficios y no los ingresos, y generaría problemas de doble tributación”.