La ética y la tecnología biométrica, claves para luchar contra el fraude

  • Opinión

Para Brett Beranek, Director de Estrategia de Seguridad de Nuance, es vital adoptar una seguridad multi-autenticación, con tecnologías como la biometría de voz, biometría de comportamiento, reconocimiento facial o una combinación de varias para cubrir todos los puntos de entrada.

3,6 trillones de dólares. Esa es la cantidad de dinero que el fraude cuesta a la economía global cada año. Nombra una industria: lo más probable es que se haya visto afectada por una brecha de datos. De hecho, ninguna se libra – las brechas de datos más grandes de 2019 han afectado tanto a cadenas de comida rápida como a fabricantes de coches, pasando por una gran consultora multinacional. Cada organización es un objetivo y cada ataque conlleva graves consecuencias. 

Aunque las razones para que las compañías protejan sus datos están claras (pierden menos dinero y la información de sus clientes se mantiene a salvo de ojos indeseables), a menudo se pasa por alto uno de los aspectos más desconcertantes de las brechas de datos. Hablo de la ética que lleva a las compañías a no tomar las medidas adecuadas. La pregunta que debemos hacernos es: ¿qué responsabilidad deben asumir las empresas respecto al fraude y al robo de identidad?

Por supuesto, las organizaciones están en la obligación de proteger la información de sus clientes. Si no es por cumplir con la GDPR, por la responsabilidad moral cuando la gente les confía sus datos personales. Pero creo que va más allá de eso. Las organizaciones tienen una responsabilidad social corporativa de proteger no sólo a sus clientes del fraude, sino también de actuar más ampliamente para prevenir que los ciberdelincuentes adquieran la información de sus clientes en cualquier otro lugar. Debemos evitar que se produzcan filtraciones de datos y la responsabilidad corporativa debe guiarnos para evitar que la información sea utilizada en nuestra propia organización. En este sentido, las normas y reglas éticas respaldadas por la tecnología deben formar parte de la estrategia de ciberseguridad de cada organización.

Si bien es cierto que los usuarios deben asumir la responsabilidad de usar las herramientas disponibles para protegerse, como la autenticación multifactor, las empresas también necesitan subir el nivel para parar estos ataques. Necesitan entender que, como potenciales objetivos de ciberataques, deben asegurarse de que están implementando los controles necesarios para detener a los cibercriminales con información robada que intentan entrar en cuentas ajenas. No sólo es su deber moral hacerlo, también ponen en riesgo su propia reputación si no lo hacen.

¿Cómo pueden abordar las compañías este reto?

Para empezar, es una responsabilidad compartida entre los CISOs, los equipos de IT y los equipos de operaciones entender los puntos de entrada de posibles ataques. Cuantos más canales tiene la empresa, más canales tienen los estafadores. Incluso en industrias que utilizan canales de voz o telefónicos, los operadores de call centers reciben constantes ataques para obtener información que más tarde puedan aprovechar en otros canales. La autenticación biométrica pasiva es la mejor manera de asegurarlos.

Justamente por esta razón, las empresas deben contar con un enfoque de seguridad multicanal que detenga a los cibercriminales independientemente del método que utilicen para atacar. Una seguridad multi-autenticación es vital, con tecnologías como la biometría de voz, biometría de comportamiento, reconocimiento facial o una combinación de varias para cubrir todos los puntos de entrada.

Pero sobre todas las cosas, las empresas deben poner la ética en primer plano. Esto significa actuar de manera socialmente responsable y dejar de asumir el fraude como un coste habitual del negocio. Deben entender que hacer la vista gorda ante estos delitos es fomentar otros y fomentar los informes a las autoridades de estos incidentes. No sólo es mejor para el negocio, es lo correcto.

Las tecnologías biométricas ya han evitado que cientos de millones de dólares caigan en las manos equivocadas. Únicamente en 2018, las organizaciones que implementaron biometría de voz ahorraron 1.000 millones de dólares. Y es esta tecnología la que permite a los equipos de lucha contra el fraude vincular casos aparentemente no relacionados y llevar los delitos a las autoridades. Las decisiones éticas, junto con la tecnología biométrica, son la única manera de que las empresas puedan tener un impacto real y concreto en la lucha contra el fraude y erradicarlo de raíz.

Brett Beranek, Director General de Seguridad de Nuance

TAGS Fraude