Serval Networks adopta tácticas militares en su estrategia de ciberdefensa empresarial
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Serval ha integrado en su porfolio soluciones como Keysight Threat Simulator, que permite evaluar de forma controlada la capacidad defensiva ante ciberataques reales sin interrumpir las operaciones, y Qualys VMDR con TruRisk, que facilita una gestión del riesgo basada en el impacto real sobre activos críticos.
En su afán por ayudar a sus clientes a ir más allá del cumplimiento normativo y construir una postura defensiva robusta, Serval Networks anuncia una propuesta diferencial para reforzar la ciberdefensa empresarial contra las ciberamenazas, la cual pasa por la aplicación de metodologías y tecnologías procedentes del ámbito militar, como la anticipación táctica, la simulación ofensiva controlada y la evaluación contextual del riesgo, a la protección del entorno digital corporativo.
“Estamos viendo cómo cada vez más organizaciones en España adoptan enfoques propios del pensamiento militar que incluyen visión operativa en tiempo real, simulación constante y toma de decisiones basada en inteligencia del riesgo, pues la ciberdefensa ya no puede basarse únicamente en el cumplimiento normativo”, afirma Carlos Castañeda M., responsable de desarrollo de negocio en Serval Networks. “Nuestra misión es acompañarlas en esa transición con tecnología, metodología y experiencia”.
Resiliencia como activo estratégico
Serval apuesta por una visión de la ciberseguridad que trasciende las obligaciones impuestas por regulaciones como NIS2, DORA o la Ley de Ciberresiliencia (CRA). Su enfoque se centra en construir una postura de seguridad proactiva y dinámica, con capacidad para simular tácticas de adversarios persistentes (APT) y responder con rapidez desde una posición de conocimiento.
Ante este escenario, Serval Networks ha integrado en su porfolio soluciones como Keysight Threat Simulator, que permite evaluar de forma controlada la capacidad defensiva ante ciberataques reales sin interrumpir las operaciones, y Qualys VMDR con TruRisk, que facilita una gestión del riesgo basada en el impacto real sobre activos críticos. Estas capacidades permiten a las organizaciones operar como verdaderos centros de operaciones defensivos avanzados, alineando sus decisiones de ciberseguridad con los objetivos de negocio y resiliencia operativa.
Esta propuesta ya está siendo adoptada con éxito por organizaciones referentes en sectores como banca, energía, telecomunicaciones e industria, que están logrando no solo mitigar riesgos, sino convertir la ciberseguridad en una palanca de competitividad y en un elemento diferencial, mejorando su tiempo de reacción y optimizando la inversión en seguridad.