Las empresas españolas son blanco de ciberataques cada vez más sofisticados

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El 59% de las empresas españolas espera experimentar un escenario de fallo importante en los próximos 12 meses. Los principales vectores de ataque son la explotación de vulnerabilidades en proveedores externos, los ataques de ransomware, y el phishing e ingeniería social.

En los últimos meses, diversas empresas españolas han sido blanco de ciberataques que han comprometido datos sensibles, interrumpido operaciones críticas y generado un impacto económico significativo. A pesar de los esfuerzos por reforzar la seguridad, los ciberdelincuentes continúan explotando vulnerabilidades en infraestructuras tecnológicas y cadenas de suministro, utilizando tácticas como el ransomware, el phishing y la explotación de proveedores externos.

A pesar de que el 96% de los líderes de TI en España considera que la seguridad de sus empresas es sólida, este reciente aumento en el número de ciberataques a las compañías demuestra que esta confianza no va alineada a la realidad. Un estudio de Zscaler pone de relieve una desconexión entre la percepción de seguridad y la realidad de los ciberataques. Además, el 59% de las empresas españolas espera experimentar un escenario de fallo importante en los próximos 12 meses, lo que refuerza la necesidad de un enfoque más proactivo en materia de ciberseguridad.

Según Zscaler, los tres principales vectores de ataque que han impactado a las organizaciones españolas en los últimos meses son:

-     Explotación de vulnerabilidades en proveedores externos. Muchos de los últimos ciberataques ocurridos en España, han sido a través de brechas de seguridad de terceros con acceso a datos sensibles, comprometiendo la información personal y confidencial y poniendo en evidencia la fragilidad de las cadenas de suministro digitales de las organizaciones. Estos incidentes ponen de manifiesto la importancia de evaluar y reforzar las medidas de seguridad para evitar que los atacantes se sigan aprovechando de este tipo de brechas.

-     Ataques de ransomware. Esta amenaza continúa en aumento, con ciberdelincuentes que emplean este tipo malware para cifrar los datos de las empresas y exigir un rescate a cambio de recuperar la información robada. En algunos casos, los atacantes han llegado a exigir grandes sumas de dinero, llegando a paralizar operaciones esenciales y generando grandes pérdidas económicas.

-     Phishing e ingeniería social. Los cibercriminales han intensificado sus campañas de fraude digital, utilizando correos electrónicos y mensajes fraudulentos para engañar a empleados y clientes. Estas tácticas buscan obtener claves de acceso e información sensible de la empresa con el fin de comprometer sistemas y realizar fraudes financieros. Recientemente, varias compañías han sido objetivo de ataques de phishing, en los cuales los atacantes han utilizado inteligencia artificial (IA) avanzada para generar mensajes altamente personalizados y convincentes. Estas herramientas de IA permiten analizar grandes volúmenes de datos sobre los objetivos, imitar estilos de escritura específicos e incluso responder dinámicamente en tiempo real, aumentando significativamente la efectividad de los engaños. Al aprovecharse del factor humano, los ciberdelincuentes logran obtener claves de acceso confidenciales y datos financieros con mayor facilidad, poniendo en riesgo tanto a empleados como a clientes.

Dada la creciente sofisticación de los ataques, las empresas deben implementar un enfoque de seguridad integral que incluya soluciones de prevención, detección y respuesta avanzada. La adopción de arquitecturas de seguridad basadas en zero trust y ‘Resilient by Design’, así como la inversión en tecnologías basadas en IA pueden reducir significativamente el riesgo de sufrir una brecha cibernética.