2025, un año clave para la evolución de la ciberseguridad

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Tendencias cyber 2025

Si el desarrollo de la inteligencia artificial generativa ya ha supuesto un cambio fundamental para el sector de la ciberseguridad, la inestabilidad de la geopolítica internacional y el despliegue de nuevas normativas en el territorio europeo marcarán su proyección futura.

ISACA considera que este año va a ser fundamental para el sector de la ciberseguridad, hasta el punto de que espera “una transformación sin precedentes”. Los distintos factores que van a transformar el sector pueden suponer, en efecto, una tormenta perfecta que podría modificar el panorama de la ciberseguridad. La asociación ha identificado las cinco tendencias principales que contribuirán al cambio.

La inteligencia artificial sigue siendo la primera de ellas, con especial atención al impacto que puede tener su desarrollo sobre las pyme. A esto se suma un mal endémico del sector: la escasez de talento. En este sentido, según los datos recabados por la propia ISACA, la contratación de profesionales de ciberseguridad ha disminuido en este último año.

A estos factores se suma una mayor carga regulatoria en el entorno europeo, con dos marcos regulatorios clave: la ley DORA en el ámbito financiero y la directiva NIS2, a punto de llegar a la legislación local. Dos normativas que, entre otras cosas, intentan atajar otra de las grandes tendencias: las vulnerabilidades en la cadena de suministro, que suponen un mayor riesgo a medida que aumenta la dependencia de proveedores externos. Por último, el complejo momento geopolítico que vivimos tiene un gran impacto sobre este sector.

Para Chris Dimitriadis, director global de estrategia de ISACA, “el año 2025 traerá desafíos significativos y oportunidades transformadoras para los profesionales de la ciberseguridad. Las organizaciones deben adaptarse con agilidad, realizar inversiones estratégicas en talento y soluciones de ciberseguridad y aprovechar las tecnologías emergentes para innovar”.