La IA, en las dos caras del fraude digital

Mangopay señala que el fraude digital es cada vez más costoso para las entidades financieras. Así, la compañía recuerda el informe de IBM sobre el Coste de Filtración de Datos en 2023, según el cual el coste medio este año ha sido de 4,1 millones de euros por filtración, lo que supone un crecimiento de más del 15% desde 2020.

Las técnicas habituales para el robo de datos, como el phishing, el vishing o el smishing, se han sofisticado gracias a la herramienta tecnológica estrella de este año, la inteligencia artificial generativa, por más que a los ciberdelincuentes les pueda plantear dilemas éticos. La IA no solo se está utilizando para crear nuevos tipos de malware, sino que puede generar mensajes de ingeniería social más realistas, así como deep fakes y clonados de voces para engañar a los usuarios.

Ahora bien, por otro lado la IA es también una importantísima herramienta de protección. En el caso de los fraudes, puede ayudar a detectar la apropiación de cuentas, el uso de cuentas falsas, el fraude con tarjetas, el screen scraping y los ataques de bots. Y lo puede hacer en tiempo real, identificando y señalando actividades sospechosas. También permite aprovechar las enormes cantidades de datos que producen al día las transacciones online, reconociendo patrones que permiten identificar actividades fraudulentas.

Nicolas Fournié, country manager en España de Mangopay, señala que la compañía trabaja “constantemente aprovechando las últimas tecnologías para reforzar la prevención del fraude en los pagos digitales en nombre de nuestros clientes, incluido el robo de datos personales. La Inteligencia Artificial presenta retos que evolucionan y nuevos riesgos para los pagos, pero su poder también puede aprovecharse en beneficio de la prevención del fraude. Nuestro objetivo en este campo es aprovechar las opciones que ofrece la IA para reforzar la seguridad de nuestros clientes y sus usuarios finales”.