Estas son las áreas en las que más impacta un ciberataque

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En España la percepción del riesgo que supone un ciberataque es "aún baja", según el especialista en seguridad tecnológica Secure&IT. Sin embargo, su coste medio ha aumentado y el daño reputacional puede ser irreparable.

La ciberdelincuencia es un negocio que mueve mucho dinero, incluso más que el tráfico de drogas y armas. El número de ciberataques creció hasta un 50% en 2021 y, en paralelo, su coste se ha duplicado. Sin ir más lejos, el informe anual sobre Ciberpreparación de la aseguradora internacional Hiscox, calcula que en 2020 el coste medio de un ciberataque para una empresa española se situaba en 55.000 euros, mientras que en 2022 ha superado los 100.000.

Además del notable incremento de ciberataques, también son más sofisticados. El impacto de un ataque no es solo económico. El daño reputacional es muy importante, puesto que el prestigio y la confianza en la organización se ven gravemente afectados. En este sentido, Francisco Valencia, director general de Secure&IT, afirma que “el daño reputacional a una compañía, causado por un ciberataque, puede ser irreparable e, incluso, puede ocasionar el cierre de la empresa”. Este tipo de ataques también afecta a la operativa (producción, logística, etc.), al cumplimiento normativo o a la estrategia de la compañía.

Pese a las consecuencias de los ciberataques, el directivo considera que "“hay una baja percepción del riesgo y la mayoría de las empresas suele tener una falsa sensación de seguridad”.

Técnicas de ataque más utilizadas
El correo electrónico es uno de los principales vectores de ataque a las organizaciones. Se calcula que alrededor del 90% de las compañías ha recibido intentos de phishing en el último año y, además, este tipo de ataque es cada vez más elaborado y estudiado. Atrás quedaron los correos con faltas de ortografía, que se traducían de manera automática y con poco interés. Ahora uno de los ataques más conocidos y utilizados por los ciberdelincuentes es el “Fraude al CEO”, una técnica dirigida a personas con alto perfil en las organizaciones y que puede llevar años de investigación y preparación. En este caso, hay ejemplos como el de los laboratorios Zendal o los laboratorios Siegfried, que sufrieron pérdidas millonarias por estafas de este tipo.

En el caso del ransomware, que ha crecido casi un 30% con respecto a 2021, el ataque va unido a una extorsión. Es decir, para poder recuperar la información cifrada por este tipo de malware, es necesario pagar una cierta cantidad a los a los ciberdelincuentes. El estudio de Hiscox cifra el rescate medio por uno de estos ataques en 20.000 euros, una cantidad que el 64% de las empresas decide aceptar como solución.

Sin embargo, lo recomendable es no ceder al chantaje y notificarlo a las autoridades pertinentes, puesto que además no hay garantías de devolución de la información. “Ninguna empresa, por pequeña que sea, es descartada por los ciberdelincuentes. Hoy en día la información vale mucho y los datos de cualquier organización están muy cotizados en el mercado negro”, concluye Valencia.