Europa supera al resto de regiones en seguridad de las contraseñas

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Las contraseñas suelen ser el eslabón débil de la ciberseguridad de una organización o de un usuario. No en vano, según un estudio, en el caso de los ataques a aplicaciones web básicas (BWAA), más del 80% de las infracciones pueden atribuirse al robo de credenciales. Sus datos señalan que, en general, el estado de la seguridad de las contraseñas es mejor en Europa, aunque baja en los países del sur del continente.

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Tras analizar millones de datos anónimos, el equipo de Dashlane, especialista en software de seguridad de las contraseñas, concluye que su protección tiene que mejorar a nivel mundial.

Según sus datos, de media, un usuario tiene 240 cuentas online que necesitan contraseñas y que más de la mitad de estas se reutilizan, lo que ya pone en riesgo al usuario o a la empresa. "Reutilizar la misma contraseña en varias cuentas o usar una contraseña débil es un gran riesgo de ciberseguridad", explica la firma. Sin embargo, esta es una práctica común en todo el mundo, según Dashlane.

Europa supera a otras regiones en seguridad de contraseñas frente a América, África, Asia y Oceanía, señala el estudio. Nuestro continente alcanza una puntuación media en seguridad de las contraseñas del 73, si bien la empresa puntualiza que lo ideal sería alcanzar los 90 puntos, tanto en el caso de las organizaciones como de los usuarios. En cambio, el sur de Europa estaría en posiciones más cercanas a las del resto del mundo.

Respecto a las otras regiones, América Central, África Meridional y Oriental y el Sudeste Asiático siguen a Europa en la clasificación con puntuaciones ligeramente más bajas. El informe de Dashlane encontró que Norteamérica tiene la peor seguridad de contraseñas del mundo, con alrededor del 20% de todas las contraseñas comprometidas.

Según la firma, empresas y usuarios tienen que priorizar esta cuestión para evitar robos de identidad, de información financiera o dar la posibilidad a los ciberdelincuentes de atacar su privacidad. Entre las medidas a tomar para mejorar figuran el uso de un administrador de contraseñas, la sustitución de contraseñas reutilizadas o comprometidas y la utilización de métodos seguros de inicio de sesión como la autenticación de dos factores.