El 13% de los empleados no informarían de inmediato si hubieran sido hackeados
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Los malos hábitos de ciberseguridad de los empleados están empeorando, agravados por la velocidad y la complejidad de la transformación digital. El 75% ha admitido reutilizar contraseñas en otras cuentas, y el 31% haber implementado software sin la ayuda de TI.
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Los resultados de la 10ª encuesta anual “Market Pulse” de SailPoint Technologies exponen una tendencia alarmante, y es que, a pesar de un mayor interés en la concienciación de la ciberseguridad en el lugar de trabajo, los empleados mantienen malos hábitos de seguridad. Así, de los 1.600 empleados de todo el mundo que participaron en la encuesta, el 75% admitió reutilizar contraseñas en otras cuentas, incluyendo el ámbito laboral y personal, frente al 56% que admitió hacerlo en 2014, cuando SailPoint planteó la pregunta por primera vez.
Las organizaciones se encuentran en diferentes etapas de la transformación digital, y esa evolución presenta un entorno de TI cada vez más complejo para administrar de forma segura. Sin embargo, los resultados de la encuesta apuntan a una fuerza laboral que está menos comprometida con las mejores prácticas de seguridad. Esto no solo ha introducido más riesgos, sino también una sensación de frustración entre el equipo de TI que intenta proteger a la empresa y los usuarios que desean trabajar de manera más eficiente. Más de la mitad (55%) de los encuestados afirmaron que su departamento de TI puede ser una fuente de inconvenientes en su organización. Esto lleva a que muchos empleados se desvíen de las políticas de TI, como el 31% que admitió que ha implementado software sin la ayuda de TI, es decir, Shadow IT.
Es posible que los esfuerzos por saltarse al equipo de TI no se realicen necesariamente con intenciones maliciosas, pero la realidad es que aumentan directamente el riesgo para la organización. Por ejemplo, el 13% de los empleados admitió que no notificarían inmediatamente a su departamento de TI si hubieran sido hackeados. Para agravar aún más este problema, hay una fuerza laboral que no entiende el papel que desempeñan todos los empleados para mantener a una organización segura, ya que el 49% de los encuestados culparía al departamento de TI por un ciberataque si ocurriera como resultado de que un empleado haya sido hackeado.
Sin embargo, no solo los empleados exponen a las organizaciones a riesgos. A medida que la transformación digital difumina el perímetro de seguridad tradicional con las aplicaciones en la nube, también está redefiniendo la definición de "usuario". Las empresas están adoptando cada vez más los bots y les conceden acceso a datos y aplicaciones de misión crítica como sus homólogos humanos. Casi la mitad (48%) de los encuestados actualmente usan o planean usar chatbots y asistentes personales de inteligencia artificial, con más de una décima parte (13%) que ya los utilizan en su organización para aumentar la eficiencia de su trabajo.