El coste del cibercrimen se incrementa un 23%

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El cibercrimen tiene un coste medio por negocio de 11,7 millones de dólares, un 23% más que hace un año, según un estudio de Accenture.

El coste medio del cibercrimen ha crecido un 23% en un año, y un 62% en los últimos años, según un estudio de Accenture centrado en los rimeros seis meses de este 2017.

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La consultora dice además que el coste medio global es de 11,7 millones de dólares por negocio, y que en Estados Unidos el coste es de 21,22 millones de dólares. Alemania es el país donde más se han disparado los costes, creciendo desde los 7,84 millones a los 11,5 millones de dólares.

“En los primeros seis meses de 2017 hemos visto una evolución del ransomware produciendo más variantes virales desencadenadas por cibercriminales patrocinados por el Estado”, dice Josh Ray, director gerente de Accenture Security, asegurando que se deben realizar una serie de acciones protegerse mejor y reducir el impacto de las brechas de seguridad.

Según el informe de Accenture las empresas sufren una media de 130 brechas de seguridad cada año, ya sea a consecuencia de infiltraciones en la red o en los sistemas. La cifra es un27% respecto a los datos de 2016.

Por cierto, que los ataques de malware (2,4 millones de dólares) y ataques web (dos millones de dólares) son los que más cuestan a las empresas. Y de los cuatro principales impactos que un ciberataque tiene contra una empresa, la pérdida de información es la peor para el 43% de los encuestados, seguida de una interrupción del negocio.

De las nueve tecnologías de seguridad evaluadas, el mayor porcentaje de gasto se centra en controles de perímetro avanzado, seguido de los sistemas de inteligencia de seguridad, que son las herramientas que ingieren inteligencia de varias fuentes y ayudan a identificar y priorizar amenazas. Las tecnologías de automatización, orquestación y machine learning se han desplegado únicamente en el 28% de las organizaciones.

Entre las conclusiones del 2017 Cyber Threatscape Report de Accenture que el ransomware está desplazando a los troyanos bancarios como el tipo de malware más utilizado en las campañas de phishing; Se espera también que la escalada de espionaje y de interrupción de las actividades patrocinados por el Estado continuará; Bitcoin sigue siendo la moneda de elección entre los ciberdelincuentes, sin embargo, la necesidad de ocultar mejor las transacciones está obligando a los ciberdelincuentes a desarrollar y aprovechar las técnicas de lavado bitcoin o adoptar criptocurrencias alternativas; El DDoS como servicio está creando un ecosistema y floreciente negocio de botnets que les hace cada vez más asequibles.