¿Cómo colisionan el metaverso y la ciberseguridad?

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Si antes existían muchas restricciones que impedían la realización del metaverso, como la tecnología y la falta de infraestructura, ahora todo esto es ya posible y, por tanto, tenemos una nueva responsabilidad: proteger las enormes inversiones realizadas y garantizar la seguridad de todos, explica Sonicwall.

El metaverso es esa palabra “de moda” que ha popularizado Mark Zuckerberg al cambiar a Meta el nombre de su empresa y que incluye muchas partes de la tecnología, incluida la realidad virtual, la realidad aumentada, nuevos dispositivos digitales (desde sencillos cascos, gafas y diversos dispositivos manuales, hasta asientos y trajes especiales o incluso cintas para moverse).

Se espera que al finalizar este año, tan solo las ventas de hardware ya lleguen a los 10.000 millones de dólares. A esta cifra hay que unirle otras previsiones como las realizadas por Statista que asegura que se producirá un crecimiento importante de las ventas de cascos y gafas, con una estimación de más de 26 millones de unidades vendidas en 2023. Asimismo, según el servicio de investigación de mercado global Brainy Insights, los ingresos totales en todo el mundo se dispararán hasta alcanzar casi un billón de dólares en 2030.

Si continuamos con las cifras, McKinsey espera que en 2022 las inversiones relacionadas con el metaverso alcancen los 120.000 millones de dólares, con un gasto total que en 2030 se elevará hasta los 5 billones de dólares.

En este punto de su desarrollo, el metaverso depende por completo de Internet para su portabilidad y versatilidad.

Pero…el peligro acecha…

Como en todo, además de beneficios también existen peligros. Tal y como explica Sonicwall, entre las principales preocupaciones se incluyen la privacidad, la seguridad del usuario (concretamente, posibles adicciones y abusos) y un alto grado de riesgo para la seguridad, debido a lo nuevo de la tecnología y a la falta de unos protocolos de seguridad estándar.

Además, la RA/RV añade una nueva categoría de equipos digitales a la ya saturada lista de dispositivos IoT y que los hackers y otros depredadores pueden explotar.

Si antes existían muchas restricciones que impedían la realización del metaverso, como la tecnología y la falta de infraestructura, ahora todo esto es ya posible y, por tanto, tenemos una nueva responsabilidad: proteger las enormes inversiones realizadas y garantizar la seguridad de todos.

Aunque los ataques de ransomware descendieron un 23% de enero a junio, según la actualización semestral del Informe de ciberamenazas 2022 de SonicWall, solo los ataques de este año ya eclipsan los totales anuales de 2017, 2018 y 2019. Y todos esos nuevos dispositivos IoT que se están conectando a la red son más vulnerables de lo que creemos, por lo que ofrecen nuevos vectores de ataque a los ciberdelincuentes.

“Los ataques a través del canal encriptado están creciendo a un rimo no visto hasta la fecha“, Indica Sergio Martínez, Country manager de España y Portugal. “Es más importante que nunca asegurar el extremo de dichos canales (el endpoint) con una sincronización con el firewall, para poder desencriptar y analizar el tráfico, además de proteger los credenciales, en riesgo por la gran cantidad de dispositivos IoT que los comparten".