Los ataques de spam y phishing se concentran en la semana del Black Friday

  • Actualidad

phishing

El enorme pico de actividad que supone el Black Friday para el comercio electrónico supone también una ventana de oportunidad para los ciberataques, que lanzan campañas de spam y phishing, utilizando la ingeniería social para intentar suplantar las empresas de ecommerce.

Los españoles están entre los ciudadanos que más partido le sacan a la semana del Black Friday. Según datos de statista, en nuestro país el 56% de la población espera para realizar sus compras en esos días, muy por encima de la media global, que se sitúa en el 43%. Esa actividad inusitada es aprovechada por los ciberdelincuentes, que desarrollan campañas específicas.

Tehtris recuerda el incremento de un 20% de este tipo de ataques, según datos de mail.com, en la semana del Black Friday, que este año será del 24 al 27 de noviembre. Las empresas de comercio electrónico son un objetivo preferente de estos ataques, además de los propios consumidores, en los que se suplanta la identidad de las marcas con ofertas y tarjetas de regalo falsas, encuestas online o spear phishing. También se utilizan SMS de seguimiento de las compras online, que pueden acabar llevan a sitios maliciosos.

Pedro Morcillo, country manager de Tehtris en España, señala que “los ciberataques están aumentando en intensidad, en número y en complejidad y en periodos de alta actividad comercial como el Black Friday, las posibilidades de ataque se multiplican exponencialmente. El ingenio de los atacantes es un hecho y para las organizaciones ya no basta con mantenerse vigilantes; deben reforzar su resistencia, asegurarse de tener suficiente personal, tanto cualificado como consciente de los riesgos cibernéticos e implementar procesos bien definidos, así como tecnologías necesarias y probadas”.

La compañía da seis recomendaciones a las empresas de ecommerce para afrontar las ciberamenazas: verificar su plan de continuidad de la actividad comercial ante problemas, asegurar de contar con personal cualificado o el apoyo de especialistas externos, garantizar un nivel óptimo de detección, basarse en una estrategia de Zero Trust, automatizar el nivel de respuesta y estar preparados para casos de crisis.