La 'nueva normalidad' impulsa el mercado de seguridad

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La pandemia desaparecerá, no así sus efectos, como demuestra un nuevo estudio de Check Point en el que se pone de manifiesto, entre otras cosas, que 79% de las empresas tiene como prioridad reforzar la ciberseguridad.

“Los que creen que todo volverá a la normalidad son los que más equivocados están” decía Eusebio Nieva, director técnico de Check Point, durante una rueda de prensa online para hablar de la nueva normalidad que nos deja COVID-19, una nueva normalidad que la compañía ha intentado capturar a través de un estudio entre profesionales de tecnología, un estudio donde queda reflejado que un 4% creen que todo volverá a la normalidad. No es así.

El 79% de las compañías tiene, ahora, como principal prioridad reforzar sus niveles de ciberseguridad y prevenir ciberataques, puesto que 3 de cada 4 expertos en ciberseguridad temen un aumento de amenazas como consecuencia de la nueva modalidad  mixta de trabajo presencial y en remoto. Por otro lado, un 51% señala que los ataques dirigidos a los endpoint en entornos domésticos es una gran preocupación, seguido por los ataques contra los dispositivos móviles de los empleados (33%). 

COVID-19 ha tenido un fuerte impacto en tres áreas: trabajo desde casa, que ha provocado un incremento del uso de VPN, herramientas colaborativas y dispositivos móviles; transformación digital acelerada ante la necesidad de adoptar rápidamente tecnologías en la nube, una mayor protección de las redes y accesos y del desarrollo ágil; y por último, la rapidez con que ha golpeado el virus ha provocado que los imperativos del negocio hayan estado por encima de las preocupaciones de seguridad. Respecto a estos último hablaba Eusebio Nieva de que se están tomando atajos, como el permitir el teletrabajo sin controlar el dispositivos, o despliegues “bastante rudimentarios”.

El resultado de la situación ha sido un incremento “dramático” de los ciberataques y un cambio en las percepciones de los responsables de ciberseguridad, que ahora establecen la securización de los trabajadores remotos como su principal preocupación. De manera más concreta, un 62% mencionan el mantener la capacidad de acceso remoto de forma segura; un 51% la ciberseguridad de los empleados en casa, un 47% la protección frente a ataques de ingeniería social y un 33% la seguridad móvil y del puesto de trabajo

Según datos del estudio, el 65% de las empresas bloquea el acceso a la información corporativa que se produce desde equipos que no trabajaban dentro de la VPN corporativa. Sin embargo, todavía existe un amplio porcentaje de negocios (35%) que no han implementado este tipo de tácticas de seguridad, por lo que dejaban la puerta abierta para que los cibercriminales puedan lanzar campañas de ciberamenazas, entre las que destaca el phishing, muy utilizando la pandemia del Covid-19 como gancho (55%)

La encuesta de Check Point recoge que sólo el 29% las empresas encuestadas han llegado a implementar herramientas de seguridad de los equipos de trabajo personales, mientras que un 43% tiene previsto adoptar soluciones de seguridad móvil. Además, el 39% piensa consolidar su estrategia de ciberseguridad con el objetivo de eliminar posibles "puntos ciegos" dentro del perímetro de la red de trabajo.

Durante su participación en la rueda de prensa online, Mario García, director general de Check Point Iberia ha destacado que la nueva realidad de trabajo mixto es una situación completamente novedosa para el entorno corporativo; “en líneas generales las empresas no están preparadas para hacer frente a los retos y peligros que supone la combinación del trabajo presencial y telemático. De cara a la ‘nueva normalidad’, las prioridades de las empresas no sólo deben centrarse en implementar las herramientas y métodos de trabajo que permitan mantener su negocio activo, sino que estos procesos deben ir acompañados de una estrategia de ciberseguridad consolidada, hiperescalable y enfocada en la accesibilidad y movilidad de los datos”.