Así funcionan las redes de fraude: el modelo de negocio del cibercrimen

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Los hackers que actúan en solitario son solo una cara de la ciberdelincuencia. La otra es la formada por estafadores extremadamente conectados, de bandas de delincuentes organizados, cuyas operaciones no difieren mucho de las de una empresa legítima.

 

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La empresa LexisNexis Risk Solutions ha realizado un informe en el que detalla cinco formas a través de las cuales los estafadores están ampliando su actividad, y pone el acento en la manera de actuar de los ciberdelincuentes organizados, cuyo trabajo se parece al que realizan los empleados de una empresa. “Se trata de estafadores extremadamente conectados, de bandas de delincuentes organizados; tal es la complejidad, el alcance y el ámbito de estos estafadores, que su trabajo se parece más bien al de empleados de oficina experimentados, llegando a dirigir equipos especializados para materializar su objetivo de ganar dinero de manera fraudulenta”, según su director de desarrollo de negocio para el sur de Europa, Sylvain Rodriguez.

Las redes de fraude, según el informe de la compañía sobre delitos cibernéticos, son la base de un modelo de negocio del cibercrimen, por lo que la LexisNexis considera fundamental que las empresas entiendan su funcionamiento, sus tácticas y las tendencias que rodean esta actividad.

La primera de las tendencias es que la economía es digital y global, y el cibercrimen no va a dejar pasar esta oportunidad. En este sentido, el informe señala que los estafadores operan a través de las fronteras nacionales, y que las conductas fraudulentas se extienden como una telaraña desde una organización a otras muchas, por distintos sectores y regiones geográficas.

La segunda es que los ciberataques a dispositivos móviles ya predominan frente a los que se dirigen a ordenadores. Los primeros aumentan a un ritmo anual del 56%, mientras los segundos lo hacen al 23%.

En tercer lugar, los datos de esta compañía apuntan a que el cibercrimen organizado opera en todos los sectores: redes de banca, establecimientos de comercio electrónico, organizaciones de medios, proveedores de tecnologías financieras (fintech) y agencias de referencia crediticia.

El elevado índice de penetración de los dispositivos móviles abre nuevas oportunidades al fraude en Europa. En estos momentos, aunque los índices globales de ataques están en consonancia con las cifras mundiales, el índice de ataques en aplicaciones móviles es inferior a la media mundial. “Sin embargo, ya existen campos con un fuerte aumento anual en los índices de ataques, en especial la creación de nuevas cuentas en aplicaciones móviles de todos los sectores”, dice Sylvain Rodriguez en un post publicado por la asociación española de la economía digital, Adigital.