¿Cómo afecta la percepción del riesgo a la rentabilidad de las empresas de seguridad?

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El fondo de inversión WisdomTree analiza los resultados financieros de nueve empresas de ciberseguridad, con un sólido crecimiento mostrado a lo largo del año, paralelo al crecimiento de las ciberamenazas en todo el mundo.

Parece claro que la ciberseguridad es uno de los mayores retos de las empresas de todo el mundo. Mayor incluso cuando nos encontramos en una situación sociopolítica de alta tensión. En el primer momento de la guerra de Rusia en Ucrania fue fundamental la seguridad cibernética, y también lo está siendo en el conflicto de Palestina. Además, se han incrementado los ataques a sectores clave, como el de la salud, en los últimos años.

Chris Gannatti, Global Head of Research del fondo de inversión WisdomTree, recuerda que los presupuestos tecnológicos dan preferencia a la ciberseguridad, seguida por la inteligencia artificial, según un estudio de Morgan Stanley de julio de este año. Ahora bien, ¿qué impacto real tiene todo ello sobre las empresas del sector? El experto ha analizado a nueve de ellas, que de hecho muestran uno sólidos datos de crecimiento en el último año.

Datadog llevaba una racha de cinco trimestres consecutivos de desaceleración cuando ha logrado un crecimiento interanual del 25% en el último trimestre. Y tiene previsiones de crecer otro 21% en el periodo actual. Rapid7 aumentó sus ingresos recurrentes un 14% interanual y su margen operativo fue del 18,5%, por el 15,3% esperado (en este caso, por las reestructuraciones y la reducción de plantilla). Se espera que Palo Alto Networks mantenga un crecimiento de entre el 15% y el 19%. Varonis Systems logró aumentar sus ingresos recurrentes un 16% interanual, con el software como servicio aportando el 59% del nuevo negocio.

Qualys superó en 2,2 puntos porcentuales sus expectativas de crecimiento interanual, llegando a un 13,1%, con unos márgenes de EBITDA que superaron las expectativas en un 5%. Trend Micro aumentará las rentabilidades a los accionistas (incluyendo el pago de 100.000 millones de yenes en dividendos) y recomprará acciones por valor de 40.000 millones de yenes. CyberArk firmó un crecimiento anual de los ingresos recurrentes del 38% y Akamai logró un crecimiento interanual de la seguridad del 20%. Por último, Check Point tuvo unos resultados más bajos de lo esperado.

La propia extensión de la inteligencia artificial favorece al mercado de la ciberseguridad, tanto para protegerse de la sofisticación de los ataques como para desarrollar unos sistemas de IA que sean seguros. En todo caso, la ciberseguridad parece una “megatendencia obligatoria”, en palabras de Chris Gannatti: “Si supiera que una empresa no tiene estrategia de ciberseguridad, ¿trabajaría con ella?”