Aplicaciones bóveda, los programas que esquivan el control parental

El uso de controles parentales en los dispositivos que utilizan los niños está ampliamente extendido. Algo normal teniendo cuenta la cantidad de tiempo que pasan los menores frente a las pantallas: una media de 4 horas al día, según la encuesta de Qustodio “De Alpha a Zeta, educando a las generaciones digitales”, realizada a 400.000 familias con hijos entre 4 y 18 años.

Ahora bien, según la compañía se está extendiendo el uso de las aplicaciones bóveda, una forma que tienen los menores para esquivar el control parental. Son programas de apariencia inofensiva, como una calculadora o una cámara, pero permiten el acceso a otras aplicaciones, navegadores, galerías de fotos o archivos evitando las limitaciones de los padres.

Qustodio señala que el uso de estas aplicaciones por parte de los menores puede tener efectos negativos para los niños como la pérdida del sentido de la responsabilidad, el acceso a contenido inapropiado y peligroso o el robo de información personal que se puede producir con más facilidad con esos accesos sin control.

Según Eduardo Cruz, CEO de Qustodio, “el problema no es solo que puedan acceder a contenido inadecuado, sino que el menor se conecte a un servidor que pida información personal o datos que puedan derivar en una estafa. […] Las aplicaciones ocultas casi siempre se utilizan para esconder contenido inapropiado y para adultos, así que es aconsejable que, si los padres se encuentran con una en el móvil de su hijo, hablen con él sobre el tema y le hagan entender los peligros que acarrea su uso”.