Las víctimas del cibercrimen perdieron 172.000 millones de dólares en 2017

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Las víctimas españolas del cibercrimen acumularon el año pasado pérdidas por valor de 2.100 millones de dólares, la mitad que los 4.100 millones de dólares que perdieron los italianos.

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Las víctimas tienen un perfil similar: usuarios con múltiples dispositivos pero que tienen poco cuidado con la seguridad. Entre otras cosas tienden a utilizar la misma contraseña en múltiples cuentas y las comparten con otros. Un 39% de las víctimas confiaban en su capacidad para proteger sus datos, mientras que un 33% pensaban que tenían un riesgo bajo de convertirse en víctima del cibercrimen.

Sólo en Estados Unidos más de la mitad de población online adulta, 143 millones de usuarios, fue víctima del cibercrimen. Las pérdidas de estos usuarios alcanzaron los 19.400 millones de dólares, además de las 20 horas de media que cada uno dedicó a tratar el problema.

Las víctimas españolas del cibercrimen acumularon el año pasado pérdidas por valor de 2.100 millones de dólares, la mitad que los 4.100 millones de dólares que perdieron los italianos.

Entre las tecnologías de protección de dispositivos que utilizan los usuarios destaca la lectura de huella dactilar, utilizada por el 45%; le siguen los patrones (21%), una VPN personal (19%), identificación por voz (14%), autenticación de doble factor (16%) y reconocimiento facial (16%). A pesar de ello Symantec asegura en su informe que los malos hábitos relacionados con las contraseñas hacen que sean víctimas del cibercrimen

A pesar de haber sido víctimas del cibercrimen, casi una cuarta parte de ellas utiliza la misma contraseña en todas sus cuentas, y un 60% comparte sus contraseñas de más de un dispositivo o cuenta con otros. En comparación, sólo el 17% de los usuarios que no fueron víctimas reutilizan sus contraseñas y un 37% las comparte con otros.

Un 81% de los consumidores de Estados Unidos creen que el cibercrimen debería ser tratado como un acto criminal, aunque en realidad uno de cada cuatro cree que robar información online no es tan mal como robar una propiedad en tiempo real.