Los bad bots contabilizaron el 22% el tráfico web en 2017
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El quinto Bad Bot Report de Distil Networks recoge que las webs de comercio electrónico, salud y entradas son las que sufren los bots más sofisticados y difíciles de detectar.
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Distil Networks vuelve a lanzar su informe anual sobre Bad Bost, que este año se titula Bad Bot Report 2018: The Year Bad Bots Went Mainstream, en el que analizar cientos de miles de millones de peticiones de bad bots a la capa de aplicación para extraer conocimiento y prevenir la naturaleza de las amenazas automatizadas en 2017.
Explica la compañía que los bots malos interactúan con las aplicaciones de la misma manera en que lo haría un usuario y que permiten a atacantes, competidores desagradables y estafadores llevar a cabo una amplia gama de actividades maliciosas, incluido el data mining, el fraude online, el secuestro de cuentas, el robo de datos, el spam, el fraude publicitario digital y el tiempo de inactividad.
En términos generales el informe de este año concluyó que el tráfico generado por los bad bots representa el 21,8% de todo el tráfico de Internet, un 9,5% más que el año pasado. El tráfico de los bot buenos creció un 8,7% y representa el 20,4% de todo el tráfico. Esto significa que más del 40% de todo el tráfico es generado por bots.
Según el informe de Distil Networks, las compañías de juegos de azar y las aerolíneas sufren de una mayor proporción de tráfico de bots maliciosos que otras industrias, con 53,1% y 43,9% del tráfico proveniente de bots malos, respectivamente. Mientras tanto, los sitios web de comercio electrónico, cuidado de la salud y venta de entradas sufren de bots altamente sofisticados, que son difíciles de detectar.
Por primera vez Rusia, se ha convertido en el país más bloqueado, con una de cada cinco compañías implementando bloqueos específicos de IPs procedentes del país.
El informe también recoge que el 82,7% del tráfico generado por los bots maliciosos se generó en 2017 desde los centros de datos, frente al 60,1% del año pasado, algo que viene explicado por la amplia disponibilidad y el bajo coste del cloud computing.
