El phishing financiero en récords históricos: los ciberdelincuentes van a por nuestro dinero

  • Actualidad

En 2017 Kaspersky Lab detectó más de 246 millones de intentos de hacer que los usuarios visitaran diferentes tipos de páginas de phishing. En sus estadísticas destaca que el porcentaje de phishing financiero pasó del 47,5% al 54%, lo que es toda una marca histórica.

También puedes leer...

Todo sobre Spectre y Meltdown

SecOps a examen

Los mitos de las Brechas de Seguridad

La creación de un SOC

Cómo utilizar la Dark Web

A lo largo del año pasado, los ataques de todos los tipos de phishing financiero (ataques contra bancos, sistemas de pago y tiendas online) crecieron un 1.2, 4.3 y 0.8 puntos porcentuales respectivamente. Son datos de Kaspersky que confirma que este tipo de phishing ha superado por primera vez el 50% y ya supone el 54% de estos ciberataques.

Los ataques de phishing financiero son mensajes fraudulentos que simulan proceder de sitios web legítimos. Su objetivo es hacerse con las credenciales de acceso de los usuarios a cuentas bancarias y de crédito, así como con los datos necesarios para acceder a las cuentas online con el propósito de robar los fondos de las víctimas. El 53% de los ataques phishing siguen este esquema y tienen este objetivo, según los datos del Informe de phishing de 2017 de la compañía.

Los ciberataques relacionados con la categoría denominada “portales de Internet”, que incluye motores de búsqueda mundiales, redes sociales, etc., cayeron del segundo lugar de 2016 al cuarto en 2017, con una disminución en más de 13 puntos porcentuales, indicando que los ciberdelincuentes muestran un menor interés en utilizar este tipo de cuentas para robar, prefiriendo acceder directamente al dinero.

Los datos muestran también que los usuarios de Mac corren un peligro cada vez mayor. Contrariamente a la creencia que se extiende en cuanto a la seguridad de los dispositivos Mac, el 31,38% de los ataques de phishing en 2016 contra los usuarios de esta plataforma tenían como objetivo el robo de datos financieros. En 2017 este porcentaje aumentó hasta el 55,6%.