En 2018 los esquemas de phishing serán mucho más sofisticados

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Esta es sólo una de las predicciones de Bitglass para 2018, año en que se espera que las políticas de contraseñas corporativas serán mucho más estrictas, el malware avanzado utilizará el aprendizaje automático, y las empresas deberán priorizar la seguridad de los datos para cumplir con GDPR.

A pocos días del inicio del nuevo año, Bitglass ha recopilado algunas de las predicciones que estiman se van a dar en 2018 en el campo de la seguridad. Las nuevas formas de phishing, el malware avanzado, los errores humanos, y las multas por la entrada en vigor del reglamento de protección de datos y la no adecuación de las compañías, son a juicio de esta empresa los elementos que mayor impacto tendrán en este ámbito

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Evolución de las contraseñas y el phishing

En 2018, las políticas de contraseñas corporativas serán mucho más estrictas. El reciente aumento de las brechas de seguridad ha demostrado con qué facilidad los ciberdelincuentes pueden obtener credenciales y acceder a datos confidenciales. A mediados de 2018, las consecuencias de estas infracciones obligarán a algunas compañías, o incluso a los poderes políticos, a prescindir de la dependencia estricta de las contraseñas estáticas. En su lugar, requerirán una autenticación de múltiples factores y una gestión de identidad dinámica.

Si bien las medidas de seguridad continuarán evolucionando, también lo harán las técnicas de los cibercriminales. Los días del phishing básico vía email han llegado a su fin, ya que en 2018 los esquemas de phishing serán mucho más sofisticados. Los ciberdelincuentes utilizarán cada vez más técnicas increíblemente bien enmascaradas. Al igual que los ataques de phishing mediante Google Docs ocurridos en 2017, estos nuevos fraudes piratearán o falsearán su origen para robar credenciales y datos corporativos.

Amenazas basadas en el aprendizaje automático 

Los ataques de la red de bots Necurs en 2017 fueron mucho más sofisticados que cualquiera al que las empresas se hayan enfrentado antes. Esta red de bots distribuyó malware, realizó capturas de pantalla de ordenadores y recopiló información de dispositivos y redes para perfeccionar los ataques futuros. El incidente demuestra cómo las técnicas maliciosas de los atacantes están evolucionando, y de hecho, en 2018, el malware avanzado utilizará el aprendizaje automático para mejorar la potencia y el alcance de los ataques.

En respuesta, muchas empresas implementarán sistemas de filtrado de correo electrónico, detección de URL maliciosas y protección contra las amenazas basadas en el aprendizaje automático, además de adoptar medidas para formar a los empleados sobre estos riesgos. La incapacidad de defenderse contra estas formas avanzadas de malware será desastrosa para muchas empresas, afirma Bitglass.

Errores humanos 

Para Bitglass, los errores humanos son el mayor riesgo de seguridad que afrontan las empresas en 2018. Actualmente, las empresas están expuestas porque los empleados pueden compartir archivos de forma externa, acceder a datos de dispositivos móviles no gestionados y revelar sus credenciales a usuarios malintencionados. El año que viene, las empresas que no hayan modernizado sus soluciones de seguridad para abordar estas preocupaciones sufrirán una brecha de seguridad. Afortunadamente, las empresas se verán obligadas a priorizar la seguridad de los datos, porque se enfrentarán a fuertes sanciones si no cumplen las nuevas normativas como el Reglamento General de Protección de Datos (GDPR) y otras leyes existentes.

Multas por GDPR

Muchas empresas siguen sin saber cómo lograr el cumplimiento de GDPR, en especial, en lo que respecta a los requisitos relacionados con el uso de la nube y la seguridad de los datos en la nube. Según el Reglamento, las empresas deben conocer la ubicación donde se almacenan los datos de sus aplicaciones en la nube, asegurarse de que todas las aplicaciones utilizadas cumplan con los estándares de seguridad de la normativa y verificar que los datos de los clientes no se compartan con otros. Cumplir estos estrictos requisitos será un desafío para las empresas, y las primeras sanciones económicas harán que les entre prisa por lograr su cumplimiento. Una o más de las compañías que no lo hagan pueden ir a la bancarrota debido a las fuertes sanciones que prevé la normativa, apunta Bitglass.