Kingston combate la GDPR con USB cifrados

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Las memorias USB son un riesgo para la pérdida de información, sobre todo si ésta es accesible a cualquiera que los encuentre.

La GDPR, la nueva normativa sobre protección de datos que entrará en vigor en mayo del próximo año, está en boca de todos. La mayor cuantía de las multas o que afecte a cualquier empresa, grande o pequeña, que maneje datos de ciudadanos de la Unión Europea, han convertido esta normativa en uno de los temas más candentes del mercado de la ciberseguridad.

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El 58% de los empleados usan más de tres memorias USB, y en el 47% de las empresas se han perdido USB, según un estudio de Kingston Digital Europe. Asegura el fabricante que las empresas tienen que hacer frente a la filtración o pérdida de datos y que las memorias USB es una de las vías por las que las empresas ponen en peligro los datos de clientes. Es más, a pesar de que según su estudio el 12% de las memorias de uso profesional fueron robadas, existe un bajo nivel de preocupación por parte de los empleados.

Entender, evaluar, definir, pensar tecnológicamente y educar son, en opinión del fabricante de almacenamiento, los cinco puntos a tener en cuenta para cumplir con la GDPR. Y añade dos de las medidas que puede tomar cualquier empresa: por un lado, el bloqueo de puertos y por otro el establecer una política de USB cifrado.

La compra de IronKey, entonces parte de Imation, en 2006, permitió a Kingston reforzar su oferta de USB cifrados por hardware. Kingston ha sido uno de los fabricantes pioneros en soluciones de cifrado portátil desde el lanzamiento del primer Data Traveler con cifrado. IronKey, por su parte, era la otra gran alternativa del mercado.

Entre las soluciones que Kingston propone destaca el Kingston Data Traveler 2000 un USB que incorpora un teclado en el que pulsar una contraseña de seguridad, con una longitud de entre ocho y quince dígitos, antes de conectarlo a un dispositivo para que funcione. La ventaja frente a otras propuestas es que al tener que validar el código en el propio USB, y no en el PC, puede utilizarse en cualquier puerto USB independientemente del sistema operativo que use, sea un ordenador, una Tablet, un proyector e incluso un televisor, con la garantía de que los datos se mantienen cifrados.